¿Te sientes abrumado por las miles de fuentes disponibles? No te preocupes. Elegir la tipografía adecuada no tiene por qué ser como lanzar dardos a ciegas con la esperanza de encontrar algo decente. En lugar de perderte entre un sinfín de opciones, abórdalo estratégicamente. Aquí tienes un marco práctico (piensa en él como una lista de verificación) centrado en tus objetivos comerciales, no solo en tendencias de diseño pasajeras:
  1. Empieza por la personalidad de tu marca: ¿Qué 3 a 5 palabras clave describen la personalidad que quieres que tu marca proyecte? (p. ej., ¿innovadora, confiable, accesible, premium?). Busca fuentes que visualmente reflejen esas palabras específicas para asegurarte de que tu tipografía refleje tu identidad.
  2. Considera a tu público: ¿Con quién intentas conectar en última instancia? ¿Qué tipo de estilo visual les resulta más atractivo y transmite credibilidad en su entorno? Una fuente que funciona para una startup tecnológica podría no ser adecuada para una firma de asesoría financiera. Siempre considera tus decisiones desde la perspectiva de tu cliente ideal.
  3. Prioriza la claridad por encima de todo: Este podría ser el paso más crucial, especialmente en línea. ¿Se puede leer fácilmente tu texto? Prueba las fuentes potenciales en párrafos reales, verificando su rendimiento en diferentes tamaños y en distintas pantallas (¡ ordenador vs. móvil! ). Si tu mensaje no se lee fácilmente, el estilo de la fuente no importa. Garantizar la accesibilidad no es solo una buena práctica; es un buen negocio. ¡Presta especial atención a las pantallas móviles! Las fuentes pueden visualizarse de forma diferente, y las ventanas gráficas más pequeñas exigen una legibilidad excelente. Lo que se ve bien en un ordenador puede resultar apretado o ilegible en un teléfono. Siempre prueba rigurosamente tus opciones de fuente en entornos móviles reales para garantizar que la claridad no se vea comprometida.
  4. Apuesta por la versatilidad: Considera todos los espacios donde tus fuentes deben funcionar: online (sitio web, anuncios, redes sociales), impreso (folletos, propuestas) y en diversos materiales de marketing. ¿Funcionan eficazmente tanto en titulares grandes como en párrafos de texto más cortos? Elegir fuentes versátiles garantiza la consistencia y evita dolores de cabeza en diferentes aplicaciones.
  5. Mantén la simplicidad y la coherencia: ¡ Resiste la tentación de usar demasiadas tipografías diferentes! La mayoría de las marcas sólidas se limitan a una paleta limitada: a menudo, solo dos o tres tipografías complementarias (quizás una para los titulares, otra para el cuerpo del texto y quizás un acento). Esto crea una imagen limpia, cohesiva y profesional. Una vez elegidas, establece pautas claras sobre cómo y dónde usarlas. Este conjunto limitado de tipografías también constituye la base de la jerarquía de tu contenido : utiliza variaciones de tamaño, grosor (como negrita) y estilo (como cursiva o el uso de la fuente del titular frente a la del cuerpo del texto) para guiar la mirada del lector. Unos encabezados claros, subtítulos bien definidos y un cuerpo del texto legible hacen que tu contenido sea legible y fácil de entender, asegurando que tus mensajes clave destaquen.
  6. No olvide la licencia: las fuentes tienen licencia como el software, así que siempre confirme que tiene los derechos de uso comercial correctos para la web, marketing y otras aplicaciones para evitar problemas legales.
Hazlo oficial: la especificación tipográfica de tu marca
Documente esto para que su equipo y sus proveedores lo ejecuten de manera consistente:
  • Familia de encabezados principales: incluye los pesos que utilizarás (o rango de fuentes variable). 
  • Familia del cuerpo: tamaño predeterminado 16–18px , altura de línea 1,5–1,7 , longitud de línea 50–75ch . 
  • Escala de tipos: tamaños para H1–H6 y párrafo; evite fuentes condensadas para textos largos. 
  • Contraste: al menos AA 4,5:1 para el cuerpo, 3:1 para texto grande; pruebe temas oscuros y claros. 
  • Estados: enlaces, desplazamientos, foco y estilos visitados documentados. 
  • Rendimiento: utilice font-display: swapy precargue únicamente fuentes verdaderamente críticas, prefiera WOFF2 y considere fuentes variables para reducir archivos. 
  • Respaldos y licencias: definir respaldos del sistema; confirmar licencias adecuadas para web y escritorio.